Durante
esta entrada vamos a hablar de los equipos de protección individual (EPI).
Muchos trabajadores no los utilizan y recurren a la típica frase de: ¨eso nunca
pasa¨ o ¨yo llevo muchos años haciendo lo mismo y no me ha pasado nada¨. Pero
también hay muchos trabajadores que no los utilizan por el desconocimiento de
los riesgos a los que están expuestos en su trabajo, o incluso porque no
conocen su funcionamiento.
Lo
que seguro que no saben es que los equipos de protección individual realmente
te pueden salvar la vida ya que, por ejemplo , una caída de un ladrillo a dos metros de altura, si utilizas
el casco te salva la vida mientras que, si no lo utilizas, puede acabar en
cosas más graves. Un simple casco o un arnés de seguridad pueden reducir las
consecuencias de un accidente y muchas personas prescinden de ellos.
Los
EPIS son la última medida que se toma a la hora de hacer un plan de prevención
ya que primero hay que intentar disminuir los riesgos todo lo posible mediante
la organización de la empresa, la implantación de medidas preventivas, la
señalización, etc. Los EPIS se utilizan una vez que ya no se puede disminuir el
riesgo y consiguen que, en caso de que el peligro se materialice y se produzca
el accidente, las consecuencias no sean tan graves. Recordad que los EPIS son
individuales y que no se pueden compartir ya que si un trabajador, por ejemplo,
usa mascarilla y está resfriado contagiaría a todos los trabajadores que lo
utilicen o, simplemente, porque cada trabajador tiene unas características
especiales.
En
definitiva, usar un EPI no es ninguna opción, es obligatorio.
Óscar Oliva Urri
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