Con
ocasión o con consecuencia del trabajo realizado por una persona puede sufrir
accidentes de trabajos que es toda lesión corporal que el trabajador sufra.
Para considerarse un accidente de trabajo debe tener al menos tres requisitos
los cuales son: Lesión corporal, sufrida por el trabajador por cuenta ajena y
con ocasión o por consecuencia del trabajo.
Las
clases de accidentes de trabajo son:
Accidentes
con baja laboral
Accidentes
sin baja
Accidentes
blancos
Accidentes
que se producen en el lugar de trabajo
Los
accidentes que ocurren durante el trayecto o también conocidos como accidentes
en misión que son aquellos que no ocurren ni en el centro de trabajo ni al ir o
volver del mismo, pero que se sufre durante desplazamientos en el cumplimiento
del trabajo como el accidente que puede sufrir un repartidor de mensajería
Otro
accidente no tan conocido, pero al igual de importante o incluso más son los
accidentes de trabajos “in itinere” que son aquellos los que sufra el trabajador
al ir o volver del lugar de trabajo dándose unas condiciones las cuales son el
inicio del itinerario, el camino ha de ser el habitual, el medio empleado y el
domicilio.
Al
explicar esto quiero dejar constancia que no por estar reconocidos todos los
anteriores como accidentes de trabajo hay que desinteresarse por los peligros
que conllevan los trabajos en cuestión y por supuesto nunca cometer una
imprudencia temeraria ya sea por confianza en sí mismo o por cualquier otra
circunstancia
Marina Fernández León